El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, cuestionó la legitimidad de Volodímir Zelenski como presidente de Ucrania, afirmando que su mandato debió concluir en mayo de 2024. Lavrov expresó su escepticismo ante las insistentes solicitudes de Zelenski para organizar una cumbre con Vladímir Putin en Europa, calificándolas como un intento de aparentar una postura constructiva sin abordar el trabajo serio necesario para resolver la crisis. En una conferencia de prensa junto al ministro indio Subrahmanyam Jaishankar, Lavrov acusó a Ucrania de no buscar una solución justa y duradera, reiterando su narrativa sobre un supuesto "régimen neonazi" en el país. Por su parte, Zelenski defendió la idea de una cumbre bilateral en un país neutral como Suiza, Austria o Turquía, argumentando que es lo adecuado dado el contexto de la guerra en Ucrania y Europa, según reportó la agencia Ukrinform. Lavrov también abordó las garantías de seguridad colectiva, apoyándolas solo si respetan los intereses rusos, incluyendo la neutralidad de Ucrania y su no proliferación nuclear. Rechazó cualquier plan que implique intervención militar extranjera en Ucrania, calificándolo de inaceptable para Rusia y para las fuerzas políticas razonables en Europa. Además, criticó la política europea de contención estratégica contra Rusia, defendiendo en cambio el principio de "seguridad indivisible". El ministro ruso comparó las acciones de Zelenski con los "trucos" de su pasado como comediante en televisión, recordando que el presidente ucraniano emitió un decreto hace tres años que prohíbe negociar con Putin, el cual sigue vigente. Sin embargo, Lavrov señaló que Putin está dispuesto a dialogar, siempre que se realice un análisis previo exhaustivo por parte de expertos y ministros para preparar recomendaciones concretas.